martes, 3 de noviembre de 2009

Jugando a ganar

“No es posible ganar un juego pensando que vas a perderlo”.

Entiendo que la mayoría de los que leen estas reflexiones son personas adultas, todos alguna vez fuimos niños y hubo un tiempo en la mayor parte de nuestras vidas cuando no teníamos miedo, lo que queríamos era volar, nos pasamos nuestra niñez y nuestra juventud pensando que todo lo podíamos lograr. Jugábamos y competíamos para ganar. Ningún objetivo era inalcanzable, teníamos suficiente fuerza para conquistar al mundo. Estábamos en una fuerza grandiosa de pensar en algo y luego hacer que ocurra. Luego, a medida que pasaba el tiempo, ya no eramos tan niños y el mundo nos dice con más frecuencia que no podemos hacer lo que queremos, que los sueños son cosa de niños, que el ganar es para unos privilegiados, para aquellos que tienen suerte y tienen “con que”. Muchos se ríen y hasta dudan de nuestras metas y tratar de convencernos de que vayamos por el camino del montón.

Ellos dicen: “Estás loco. Es muy duro. Debes jugar a lo seguro. ¿Por qué vas a arriesgarte? ¿Y si pierdes?”. Actúan como si los sueños fueran para otros, pero no para gente como nosotros. Ellos hablan de su experiencia de seguridad, de su comodidad y en vez de alentarnos nos contaminan con lo negativo, el pesimismo, la derrota y tratan de inculcar sus propios miedos e inseguridades en nosotros. Los que antes no conocían la palabra “miedo”, ahora empiezan a entenderla y no solo la entienden sino que la incorporan en sus vidas. Con tanta gente que nos dice que no podemos hacer algo y tan pocos que nos dicen que si podemos, es difícil no dejar que el miedo invada nuestras vidas. Lamentablemente, así es como muchos de nosotros vamos por la vida. Vamos con miedo y con un pensamiento perdedor.

¿Cómo estoy yendo por la vida con un pensamiento ganador o perdedor?

En la Biblia hay una historia donde Dios le había prometido al pueblo que salió de Egipto que les llevaría a una tierra maravillosa que era muy hermosa y llena de frutas deliciosas.
Moisés eligió a 12 espías para explorar la tierra. Dos de ellos eran Josué y Caleb. Los doce exploraron la tierra secretamente. Vieron que la tierra estaba llena de cosechas y de fruta. ¡De hecho, para llevar un racimo de uvas debían hacerlo dos personas! También vieron a la gente. Parecían gigantes. Habían oído muchas cosas sobre estas personas también. Las personas eran guerreros expertos que siempre obtuvieron lo que desearon. Sin embargo podemos ver que 10 de los 12 espías tenían un pensamiento perdedor y ellos comunicaron a la gente que no habría manera que ellos podrían conquistar la tierra. Ellos vieron la fuerza de los guerreros y sus propias debilidades. Al parecer habían crecido con una mentalidad de derrota, de pequeñez, y no alcanzaron a ver lo que Dios había hecho con ellos.
Josué y Caleb dijeron al pueblo que con la ayuda de Dios podían hacer cualquier cosa. Sin embargo, la gente no les escuchaba. ¡Estaban asustados de lo que la gente haría, en vez de lo que Dios podía hacer! El miedo impidió que ellos pudieran entrar en la tierra prometida. Esta historia la puedes localizar en Números 13,14.

¿Estoy viendo lo que Dios quiere hacer en mi vida? ¿Mi matrimonio? ¿Mi familia? ¿Mis finanzas? ¿Mi carrera? ¿Mi ministerio? ¿Qué estoy viendo?

En el día de hoy pasa en nuestras vidas, estamos tan asustados de perder lo que tenemos que no vamos por lo que realmente queremos, nos quedamos paralizados a esperar que algo suceda. Jugamos a lo seguro y conservar tan fuerte al “status quo” que nunca experimentamos lo que podría ser. Creemos que los demás tienen razón y comenzamos a dudar de nuestros sueños y no vemos posibilidades de avanzar un paso hacia nuestros sueños. A esto es lo que yo llamo “jugar a perder”. Esto lo vemos en los deportes todo el tiempo cuando un equipo tiene la ventaja. Empiezan a pensar en cómo no perder en lugar de cómo ganar. Se aferran tan fuertes a su ventaja que empiezan a jugar seguro y con miedo. Se puede ver en su energía y su lenguaje corporal. Como resultado, el otro equipo tiene posibilidades, juega sin miedo y, finalmente, gana el impulso y gana.

¿Qué harías si no tuvieras miedo? ¿Qué cosas harías sabiendo que Dios está contigo?

Para vivir una vida extraordinaria debemos aprender a rechazar el miedo. Si viene de dentro de mi o de otra persona, debemos superar el miedo y adoptar un “juego para ganar”, y esto tiene que ver con mi forma de pensar. Jugar para ganar requiere de un compromiso consigo mismo de nunca darse por vencido y nunca permitir que sus metas y sueños mueran. Los que juegan para ganar saben que el éxito pertenece a aquellos que practican la disciplina y perseverancia, a aquellos que asumen responsabilidad por sus vidas. Los obstáculos y las luchas son parte de la vida y sólo sirven para hacernos apreciar nuestro éxito. Si todo fuera fácil, no sabríamos lo que se siente realmente tener éxito. Los obstáculos y las circunstancias están destinados a ser superados. No dejes que nada te detenga en la búsqueda y en el logro de tus sueños. El miedo está destinado para ser vencido, Dios no te creo a ti con miedo, el miedo es adquirido por lo cual tu puedes renunciar a el. En el juego de la vida hay que jugar para ganar, si estás leyendo es porque todavía tu juego no termina, no te rindas hasta que el juego haya terminado.

“Si quieres ganar lo que nunca has ganado necesitas jugar como nunca lo has intentado, da lo mejor de ti en el juego”

martes, 20 de octubre de 2009

LECTURA PARA LÍDERES


Se cuenta que en el Siglo pasado,

un Turista Americano fue a la Ciudad de El Cairo, Egipto,

con la finalidad de visitar a un famoso Sabio.

El Turista se sorprendió al ver que el Sabio vivía

en un cuartito muy simple y lleno de libros.

Las únicas piezas de mobiliario eran

una cama, una mesa y un banco.

¿Dónde están sus muebles? preguntó el Turista.

Y el Sabio, rápidamente, también preguntó:

¿Y dónde están los suyos......?

¿Los míos?, s e sorprendió el Turista.

¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!

Yo también..... concluyó el Sabio.

'La vida en la tierra es solamente temporal...

sin embargo,

algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente

y se olvidan de ser felices'.

'El valor de las cosas y los momentos

no está en el tiempo que duran,

sino en la intensidad con que se viven.

Por eso existen momentos maravillosos, inolvidables,

cosas inexplicables y personas incomparables.'

1. Dios no te preguntará qué modelo de auto usabas;

te preguntará a cuánta gente ayudaste.

2. Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa;

te preguntará a cuánta gente recibiste en ella.


3. Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario;

te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.

4. Dios no te preguntará cuán alto era tu sueldo;

te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo...

5. Dios no te preguntará cuál era tu título;

te preguntará si hiciste tu trabajo bien y con honestidad.

6. Dios no te preguntará cuántos amigos tenías;

te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.

7. Dios no te preguntará en qué vecindario vivías;

te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.

8. A Dios no le importará el color de tu piel;

le interesará la pureza de tu alma...

9. Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la Salvación ;

te llevará con amor a tu casa en el Cielo.

lunes, 8 de junio de 2009

Historia de Felicidad

Se cuenta una fábula acerca de un joven huérfano que no tenía familia ni nadie que lo amase. Sintiéndose triste y solitario, caminaba un día por un prado cuando vio una pequeña mariposa atrapada en un arbusto espinoso.

Cuanto más pugnaba la mariposa por liberarse, más profundamente se le clavaban la espinas en su frágil cuerpo. El muchacho liberó con cuidado a la mariposa, pero ella, en lugar de irse volando, se transformó ante sus ojos en un ángel.

El muchacho se frotó los ojos sin poder creerlo mientras el ángel decía:

- Por tu maravillosa bondad, haré lo que me pidas.

El muchachito pensó por un momento y luego dijo:

- Quiero ser feliz.
- Muy bien -le respondió el ángel y luego se inclinó hacia él, le susurró al oído y
desapareció.

Al crecer el pequeño, no hubo nadie en el país más feliz que él. Cuando la gente le pedía que les dijese el secreto de su felicidad, solamente sonreía y decía: "Escuché a un ángel cuando era niño".

En su lecho de muerte, sus vecinos se reunieron a su alrededor y le pidieron que divulgase el secreto de su felicidad antes de morir. Finalmente, el anciano les dijo: "El ángel me dijo que cualquiera, sin importar lo seguro que pareciese, fuese joven o viejo, rico o pobre, me necesitaría".

Con frecuencia amamos las cosas y usamos a las personas,
cuando en realidad deberíamos usar las cosas y amar a las personas.

Romanos 12:10
Sed afectuosos unos con otros con amor fraternal;
con honra, daos preferencia unos a otros.

sábado, 6 de junio de 2009

EL PROPOSITO EN LA VIDA DE LOS SERES HUMANOS ES SER FELICES

“El secreto de la felicidad es simple: averigua qué es lo que te
gusta hacer y dirige todas tus energías hacia ello. Haciendo
esto, la abundancia iluminará tu vida y todos tus deseos se
cumplirán sin esfuerzo”. El monge que vendio su ferrari (Robin S. Sharma)

Que te gusta hacer???
A mi me gusta conocer personas buenas nota, la aventura, practicar el yoga, el karate, el futbol, el ping pong, andar en mountain bike, ir a la playa, conocer lugares nuevos, leer, ver peliculas, y otras muchas mas pero estas son las cosas que mas me gustan...